Fue fundada en Musso, un pequeño pueblo a orillas del lago de Como, en 1919 por el Cavalier Vitaliano Salice. Un pequeño taller producía estuches para gafas, un accesorio prestigioso en la época, y, unos años más tarde, gafas de protección para el trabajo.
Trasladada a Gravedona, a pocos kilómetros de su ciudad natal, en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, la empresa comenzó a producir gafas de protección para motociclistas. Con el estallido del auge económico, Salice intensificó su producción con la introducción de las gafas de sol, un accesorio nuevo, sofisticado y, sobre todo, contemporáneo.